domingo, 5 de octubre de 2008

Electricidad


Son cerca de las 8 de la tarde y acabo de llegar a casa. Lo primero que he hecho es irme corriendo al cajón de los medicamentos y pillar un par de valiuns. En las últimas 24 horas apenas he podido dormir. Me duele absolutamente todo, tanto por dentro como por fuera. Lo segundo ha sido sentarme delante del maldito ordenador.

Ahora me pregunto hasta que punto lo necesitaba, cuanto lo deseaba, y sinceramente debo decirte que lo necesitaba mucho, tanto como el respirar.

Habéis comprobado lo fiel que os soy. Como os he vuelto a prometer mi fidelidad, y como he recibido vuestro castigo.


Hacer un resumen de las últimas 24 horas, es volver a hacer un ejercicio de masoquismo. Es volverme a excitarme como una jodida perra. No me importa no haber ni dormido y comido, y haber gritado y comportado como una cerda. Tengo lagunas de lo que realmente me ha pasado y de lo que he habréis hecho. En mi último recuerdo nítido estaba atada a la silla, con unos electrodos en los labios y quedarme a oscuras. Recuerdo haber empezado a gritar y caer en trance. Después es todo confuso. Recuerdo a Cecilia penetrarme, la recuerdo con su arnés. También te recuerdo a follandome, pero no recuerdo haberme corrido, ni sentir ningún placer.

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