Querido D, siguiendo tus malos consejos, continuo contando mis más "íntimos problemas". Tu propuesta para el fin de semana es encantadora, pero más bien debería decirte que es estremecedora. Pero no sólo la deseo sino que verdaderamente es que mi cuerpo lo necesita. Necesitaría que me hicieses todo lo que me has prometido: recibir el castigo pendiente, volver a sentirme que estoy en tus manos, humillarme y volver a sentirme vuestra esclava; estar todo este fin de semana en vuestras manos y que vuestras manos sean únicamente para mí.
Por desgracia todos los planes se pueden venir abajo. Es estúpido que una pequeña hemorroides pueda fastidiarnos todo lo planificado.
Hacía años que no sufría (desde el último embarazo, hace casi 18 años) y no recordaba lo desagradable que pueden ser. Afortunadamente es una sola y estoy empleando todos los remedios que me ha dado Cecilia para controlarla. Ha mejorado bastante desde ayer, pero aún me molesta y dudo que para mañana mi ano este en perfecto estado para poder ser usado como os gusta.
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